Si nos remontamos nada
más y nada menos hace tres mil años atrás, hacia el 776 antes de Cristo en la ciudad de Olimpia (Grecia),
nos daremos cuenta de que durante mucho tiempo el deporte ha sido un terreno
completamente vetado a la mujer. Ya por estos tiempos, se excluía la participación de las mujeres no solo
como deportistas sino también como espectadoras. Sólo las mujeres
solteras podían asistir a los juegos, y la pena para una mujer casada que
observase a los atletas en acción era la muerte, pues los atletas competían
desnudos, exhibiendo sus cuerpos como símbolo de perfección y dedicación.
Cuando entramos de lleno en la historia
de los Juegos Olímpicos se
puede mencionar que estos abrieron
las puertas a las féminas en el año 1900. El cambio se hizo evidente y
real, a pesar de que su gran
estratega, Pierre Coubertin , argumentaba que la presencia de la mujer en un estadio resultaba
antiestética, poco interesante e incorrecta. En 1900, la participación femenina
se limitó única y exclusivamente al golf y al tenis en París, Francia.
Estos juegos tuvieron el mérito de agrupar un número impresionante de
competidores, mil setenta, entre estas seis mujeres. La primera laureada
olímpica en tenis fue la señorita Cooper de Inglaterra.
Muchos investigadores han descubierto
que el equipo deportivo y el equipo deportivo son los mejores hombres del
deporte, lo que los convierte en los mejores participantes deportivos (Koivula,
1999). Cuando los medios comentan sobre los deportes femeninos, las atletas
femeninas pueden ser llamadas de una manera sexual o brutal y degradante. Los
medios de comunicación elogian a los hombres por sus habilidades deportivas en
el deporte, pero con demasiada frecuencia solo para las mujeres por su
atractivo físico.
Las descripciones de las atletas
femeninas a menudo faltan descripciones de las habilidades atléticas. En
cambio, las referencias a estos generalmente implican un juicio estético o
notan su feminidad o ausencia (Koivula, 1999). Es posible que se requiera que
los mensajes continuos de los medios de comunicación con respecto al acusado se
establezcan en una sociedad; Cuando estas creencias han revelado estereotipos,
el progreso de las mujeres se ve opacado. Bueno, las atletas femeninas y
femeninas han hecho grandes progresos, siempre han seguido siendo un
estereotipo mal diseñado, lo crearon y lo hicieron durante mucho tiempo, pero
hoy en día están reforzadas por los medios.
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Al igual que las mujeres, los afroamericanos
son golpeados por la sociedad con un trato justo. La tasa de participación de
los deportes contemporáneos entre los afroamericanos (en cuanto a las mujeres).
El
racismo en los deportes ha sido un problema generalizado en todo el mundo, y
particularmente para los afroamericanos ha sido particularmente difícil en la
historia del deporte en los Estados Unidos y en todo el mundo. En los
Estados Unidos, la Comisión de Derechos Humanos e Igualdad de Oportunidades
(HREOC) afirma que el abuso racial y la difamación son comunes en los deportes
internacionales, en Australia, en Europa y en América.
A medida que el deporte progresaba,
las relaciones raciales crecían a un ritmo similar. En el béisbol, por ejemplo,
los afroamericanos no tienen derecho a participar en la Asociación Nacional de
Jugadores de Béisbol debido a los prejuicios regionales y el color no oficial
que se remonta a la década de 1890. En
esta segregación, los negros trabajaron juntos para crear ligas negras. Estas
ligas son principalmente equipos afroamericanos. En general, las Ligas Negras
se han convertido en una de las empresas afroamericanas más grandes y exitosas.
Su crecimiento fundacional y resistente es un testimonio del compromiso de los
afroamericanos con la segregación racial y la desventaja social.
En las pruebas realizadas en la
celebración de los juegos olímpicos ha empezado a destacar poderosamente la
figura de atleta negro como la fuerza más impresionante en el mundo de los
deportes. Al principio, fueron los corredores negros norteamericanos de pruebas
de velocidad que dominaron copando casi todas las medallas. Pero ahora son
también muchos los negros que destacan en las pruebas de media distancia, como
Kipchoge Keino, de Kenia, vencedor en México de los 3 mil metros. Este fenómeno
de la supremacía atlética de la raza negra plantea innumerables interrogantes
no todas fáciles de contestar.
Parece indudable que la
excepcional constitución física de estos hombres les proporciona una gran
ventaja sobre sus rivales blancos en ciertas competencias. Pero existen otras
razones relacionadas con el estado evolutivo de las distintas razas. Así suele
afirmarse que el negro está dotado de mayor capacidad para relajarse tras el
esfuerzo físico y para integrar la mente en el cuerpo”.
La hegemonía en algunos deportes por parte
de los individuos de origen africano, debe ser uno de los mitos recurrentes en
el imaginario social de “lo deportivo”, copando incluso este pequeño comentario
de una enciclopedia cuya edición sólo data de 1980. La herencia traspasada al
imaginario de los profesionales de los deportes son resabios de la antigua
explotación que sufrieron estos grupos humanos, donde cada frase es un atisbo
de aquellos estereotipos que pensábamos ya estaban en el pasado y bien
enterrados.
Autor:
Mahamet Sanogo
El deporte y la actividad física, por su potencialidad educativa y mediática, constituyen un motor de cambio social y contribuyen desde hace tiempo a promover la igualdad entre mujeres y hombres. No obstante, los datos de los estudios más recientes en este ámbito reflejan que todavía existen diferencias importantes en cuanto a la participación y representación femenina en las distintas esferas del deporte.
ResponderEliminarMAHAMET SANOGO